domingo, 6 de febrero de 2022

Los Principios Reiki por Xavier Pedro Gallego


REIKI: UN CAMINO HACIA LA CONSCIENCIA DEL SER – Xavier Pedro Gallego


Publicada en 20 abril, 2018 por audioeSSen


Divulga Amor y Luz



«Los principios del Reiki son los puntos de referencia o de partida para que cada alma recorra ese camino a su ritmo, respetando su momento, su evolución, su vibración y su crecimiento interior; permitiendo una evolución y concienciación de su ser a su justa medida.»


LEE…

Querido amigo, soy Usui y debo decirte en un acto de honestidad, que los cinco principios que se están enseñando actualmente a todas las almas que se acercan al camino del Reiki y que se me atribuyen, no fui yo quien los creó. Cuando yo conecté conscientemente con lo que hoy llamáis Reiki, esta sabiduría ya era ancestral en el Japón. Su origen se pierde en el gran océano del tiempo. Pero antes de adentrarme en estas enseñanzas, debo hacer hincapié en la palabra “principio”, una simple palabra que muchas veces pasa desapercibida en medio de tanta sabiduría, pero que es importante que se le dé el matiz que le corresponde.


La palabra principio, utilizada en toda su comprensión, es un sinónimo de respeto y libertad para todas las almas que se acercan a este camino, porque estas claves de sabiduría respetan el libre albedrío de los seres que se inician en él.


Principio significa el comienzo de algo, potenciado por una información que se da al alma para que llegue por sí misma a la comprensión de un concepto o aspecto del ser, para que expanda así su conciencia y a la vez, en esa expansión, pueda ver los errores que está cometiendo en su evolución, en el día a día, como alma encarnada.


Las almas que se acercan al Reiki-do no tienen esa barrera, porque en él no hay normas establecidas ni reglas fijas, sólo hay principios. Y como tú sabrás muy bien, amigo mío, Reiki-do, significa el camino del Reiki o, lo que es lo mismo, el camino hacia la consciencia del ser. La partícula “do” en Japón significa “camino de”, así otras disciplinas lo incluyen como Ju-do, Twaekon-do o Aiki-do.


En resumen, los principios del Reiki son los puntos de referencia o de partida para que cada alma recorra ese camino a su ritmo, respetando su momento, su evolución, su vibración y su crecimiento interior; permitiendo una evolución y concienciación de su ser a su justa medida. Ésa es la base y la maravilla de este camino hacia la comprensión del ser. Es tan libre y abierto que no hay normas ni reglas a seguir, sólo principios y pautas de ayuda.


Son como muletas de apoyo para los que empiezan a andar conscientemente. Son como los altos y potentes faros que guían a los barcos desde alta mar a través de las tinieblas en noches oscuras para llevarlos a buen puerto. Ésa es la magnificencia del Reiki, amigo mío.


Bien, una vez que hemos aclarado algo tan importante como el significado de principios, vamos a desgranarlos uno a uno.


 


El primero de los principios reza así:


SÓLO POR HOY NO TE PREOCUPES


La clave para entenderlo se centra en el concepto “preocupar”. Este principio parte de la base de que, en vuestra medida de tiempo lineal, sólo disponéis de tres momentos: el pasado, el presente y el futuro.

Si centráis vuestra atención en el pasado, os quedáis clavados en un tiempo que no existe porque ya pasó; ese tiempo no lo podéis cambiar, por tanto “pre-ocuparse” por él es estéril y absurdo. Si prestáis atención al futuro, como aún no ha llegado, tampoco lo podéis variar, produciendo el mismo efecto que el pasado, por lo tanto “pre-ocuparse” por él también es estéril y absurdo. ¿Cuál es el único tiempo en el que podéis incidir para equilibrarlo a vuestra medida? El presente. Ahí está la clave, si tú dejas de “pre- ocuparte” por el pasado o futuro y te ocupas del momento presente, podrás utilizar los errores de ese pasado y las acciones de tu presente para construir las bases del futuro que crees mejor para ti.


Por eso este enunciado es un canto a la consciencia de que el único tiempo real para ti, en el que te juegas tu futuro y tu evolución, es ahora.


Imagínate que te estoy explicando este primer principio y tu mente se dispara empezando a pensar en todo lo que harás mañana. Tu pensamiento se desplaza hacia el futuro, que en este momento no existe, y vas construyendo paso a paso lo que harás; cuando llegas al final del día piensas que escribirás todo lo que te he explicado hoy, y al cabo de un buen rato de proyección mental sobre tu futuro, vuelves tu atención otra vez hacia mí. En ese momento pueden ocurrir dos cosas:


Te das cuenta de que te has perdido buena parte de la enseñanza.

No te das cuenta hasta que llega el momento de escribir y se forma una laguna provocada por el tiempo en que no estuviste aquí.

En los dos casos no estabas presente en el momento, por lo tanto no integraste la enseñanza en ti. Si tomamos por caso que fuera la primera opción, la vida te da una segunda oportunidad a través de las preguntas que podrías hacerme para recuperar el tiempo en que no estuviste presente. Pero si la opción es la segunda, el proceso es irreversible, pues el momento ha pasado y no lo podrás recuperar jamás. 

Ésa es la esencia del primer principio, amigo mío. Estáte presente siempre en cualquier lugar y momento en el que estés; permanece presente con todo tu ser, entendiendo que los errores sólo los puedes reconducir estando presente en el aquí y ahora, para poder proyectarte conscientemente desde este presente hacia el futuro que deseas mejor para ti. Si no estás presente, no esperes que tu futuro sea mejor que tu pasado.

Y cuando te preocupes por algún aspecto de tu pasado, recuerda que no vas a poder modificarlo ni una brizna, pero sí puedes aprender de él, sacar las lecciones positivas y constructivas del error, y reconvertirlas en sabiduría para el presente. Al proyectarte hacia el pasado también tienes dos opciones muy claras:

Maldecir el problema

Bendecir la lección

Si te centras en la primera es muy probable que tu futuro no sea muy distinto a tu pasado. Si te decantas por la segunda opción crecerás, tu alma se expandirá, adquirirás sabiduría y decidirás tu futuro modificando tu presente. ¿Comprendes, amigo mío?

El segundo principio comienza con el enunciado:


SÓLO POR HOY NO TE ENOJES


Como ya habrás adivinado, este principio se centra en la palabra enojo, sinónimo de enfado, ira, cólera, celos, odio, agresividad y violencia, entre otros. El no atender este aspecto del ser provoca grandes y a veces irreparables bloqueos de energía, que al cabo del tiempo se manifiestan en vuestro cuerpo físico como lo que llamáis enfermedades. Todas esas emociones son por falta de consciencia de quién sois.


Cuando manifestáis enojo estáis mostrando vuestras debilidades, vuestros puntos de no luz. El enojo y la agresividad son la impotencia que siente el alma proyectada al exterior. Esa lucha que lleváis con vosotros mismos se manifiesta de manera agresiva hacia el entorno más cercano, para encubrir en muchas ocasiones la carencia de autoestima o de poder interior, escondiendo dudas, inseguridad, falta de fe, en resumen: falta de consciencia y de sabiduría.


La gran enseñanza del Reiki-do en este principio y sobre todo cuando se empieza, es entender que es necesario dedicar unas horas al día a cultivar vuestra paz interior a través de ejercicios, invocaciones, técnicas variadas y libros. Debéis cuidar como un tesoro aquello por lo que trabajáis interiormente y ese tesoro es vuestra paz interior. Pero si ya estáis haciendo eso, ¿por qué dejáis que quien sea, bajo cualquier concepto, os la arrebate? ¿No os gusta lo que hace o lo que dice? ¿Os sentís heridos en vuestro ego?  ¿O no hace lo correcto según vuestra forma de pensar o sentir?. No, eso no es correcto. En ese momento estáis a merced de los demás. Y si estáis a merced de todo lo que os rodea, ¿qué sentido tiene que trabajéis tanto interiormente? Ninguno, es una gran hipocresía.

Por este principio tendréis la capacidad de medir vuestro crecimiento hacia la consciencia de ser, pues vuestra paz interior será directamente proporcional a la disminución de esos actos desproporcionados de cólera, ira, enojo, etc. Cuando os sintáis iracundos, enfadados, celosos; cuando os descubráis odiando o envidiando a alguien, parad y reflexionad un momento y preguntaos: ¿qué he olvidado ahora para que esta persona o esta situación me haya robado mi tesoro, mi paz interior? Tomad conciencia y haced un ejercicio de introspección, bendiciendo la lección y dando gracias a la persona o situación que ha sido el gran maestro que os la ha ofrecido en bandeja de plata para que pudierais evolucionar.


Este es el segundo aspecto hacia el despertar consciente del alma y la profundidad en que lo trabajes dependerá siempre de la perspectiva que tengas, según el punto de conciencia en el que tu alma se encuentre en este proceso evolutivo.


¡Cuánto me gustaría que estuvieran aquí todos los “maestros” de Reiki del planeta que están enseñando esta disciplina a las almas que quieren expandir su conciencia! ¡Qué lástima que no sea posible! Podrían eliminarse muchos de los conceptos equivocados y las malas interpretaciones que se han dado sobre ellos. Destruiríamos tantas mentiras que se han generado, consciente o inconscientemente en su nombre… ¡Qué lástima!


El tercer principio del Reiki dice:


HONRA A TUS PADRES, A LOS MAESTROS Y A LOS ANCIANOS


Este enunciado puede ser el que traiga más confusión, sobre todo por los momentos que estáis viviendo y por todos los cambios que se han producido en este último siglo. Como ya te he dicho anteriormente estos principios no son mis principios, su antigüedad se pierde en el tiempo y, en el momento que yo los recogí, padres, maestros y ancianos eran un símbolo inequívoco de sabiduría; de una sabiduría ancestral que pasaba de generación en generación, de padres a hijos, de maestro a alumno.

En las antiguas civilizaciones, el conocimiento unido a la experiencia, permitía a los más ancianos mostrar la sabiduría que habían adquirido a lo largo de décadas de encarnación. Los más jóvenes acostumbraban a escuchar la voz de la sabiduría de los más ancianos, lo que les ofrecía la posibilidad de evitar decisiones erróneas que podían entorpecer o retrasar su evolución como almas encarnadas. Pero con el tiempo, esa sabiduría se perdió. Las familias se disgregaron debido a la pérdida del contacto del hombre con la naturaleza que le rodea.


La huida del ser humano hacia las grandes ciudades fue la causa primordial de que se olvidara de sí mismo y de la sabiduría ancestral de sus mayores. La ruptura se produjo cuando esos sabios desaparecieron y los jóvenes se quedaron sin referentes, sin espejos en los que reflejarse, sin orientación y expuestos a la improvisación a través de su ignorancia. Esto aceleró el olvido y la disolución de los viejos valores, tan cuidados por los antiguos pueblos, sumiendo a las almas en una espiral de incomprensión, en la más absoluta ignorancia y sufriendo las consecuencias irreversibles del olvido.



Si tuviéramos que actualizar este principio acorde con la época que ahora estáis viviendo en este planeta, lo más correcto sería decir:


HONRA A LA SABIDURÍA


Así quizá pueda quedar más claro lo que el camino te propone, para que no pierdas ese precioso tiempo que se te ha dado encarnando en este cuerpo físico.


Observa, escucha, atiende a la sabiduría que te rodea, ya sea un libro, alguien de tu alrededor, una película, un gesto, lo que sea que te aporte esa respuesta que tu alma está buscando. En cualquier rincón, en cualquier momento, si estás atento y receptivo, cuando estés preparado aparecerá el maestro que necesitas.


En este momento tan especial para todos deberíais aprovechar el Reiki-do para restablecer el círculo que se rompió, abriendo la conciencia de los más jóvenes, para que se conviertan en maestros y en ancianos de sabiduría; para que puedan volver a mostrar el amor a través del camino del corazón y puedan ser referencia, en un futuro, de las nuevas generaciones que están por llegar. Debéis formar seres conscientes para que la sabiduría ancestral vuelva a ser el punto de apoyo de las futuras almas de este planeta.

Esta caída en espiral, tal como empezó, debe acabar cuando el ser humano se dé cuenta de que jamás se ha separado de ella y que solamente ha dejado de ser consciente. Esa espiral hacia abajo ha empezado su camino de vuelta hacia la comprensión del ser, por la misma ley que se perdió, por el libre albedrío del hombre que ya está pidiendo entender, comprender e integrar en su conciencia, a través de la consciencia, toda la sabiduría que necesita y que merece en este momento.


GÁNATE LA VIDA HONESTAMENTE


Con esta frase aparentemente lógica desde la perspectiva externa y por su evidencia, todo el mundo estaría de acuerdo. Pero si profundizamos en ella, ya no estaríamos tan seguros de la aparente simplicidad del enunciado. La clave está en entender lo que significa “honestidad”.

La honestidad es la base para que el alma encarnada se libere de sus cadenas, se expanda para irradiar al exterior todo lo que ella es y pueda mostrarse en todo su esplendor.


Partimos de la base de que el alma consta de cuatro partes muy diferenciadas, pero a su vez complementarias unas de otras. El alma encarnada dispone de un cuerpo mental, al que llamáis mente, por el cual piensa qué es lo mejor para ella y para su entorno a cada momento. También dispone de un cuerpo emocional, con el que puede expresar sus sentimientos y vivir las emociones a través de sus experiencias del día a día; a esos dos cuerpos les llamaremos la “parte interna”. Cuando el alma decide a través de sus pensamientos y razonamientos o a través de sus sentimientos y emociones, lo que es mejor para ella, lo expone en lo que llamaremos la “parte externa”. Lo expresa a través del don de la palabra y posteriormente lo plasma a través de la acción, que es el resultado del proceso realizado por su parte interna (mente+emoción).


La honestidad, amigo mío, es la unión armonizada de esas cuatro partes en una sola, en la que el alma se manifiesta en una sola dirección. Los problemas comienzan cuando la parte interna piensa y siente en una dirección, y la expresión y la acción van en otra.


Imagina que encuentras un trabajo que aparentemente está hecho a tu medida, pero en el transcurrir del tiempo, tu alma no se siente feliz realizando ese trabajo, porque no le llena, porque se siente desubicada, apresada, infravalorada, etc. Pero no puedes dejar el trabajo por tus miedos sobre la economía, el qué dirán, la falta de autoestima o de poder interior. ¿Qué ocurre? Pues que han entrado en lucha tu parte interna con tu parte externa y se produce una disociación entre tu yo inferior y tu alma. Esa lucha provoca importantes bloqueos de tu energía vital, pues tu mente te dice que no es tu lugar, tu corazón se encoge porque siente que no estás haciendo lo correcto, pero tiene que expresar que está de acuerdo y ¡cómo no!, debes efectuar día a día tu tarea. Al entrar en conflicto tu interior con tu exterior se produce una deshonestidad con el alma, que se siente apresada en una situación que no le aporta nada a su evolución; en ese momento no estás ganándote honestamente la vida.


El alma tras largos años de estar apresada en un cuerpo lleno de miedos entra en una desazón y un sin sentido. Esa disociación, con el tiempo es tan grave, que la energía vital se desarmoniza, provocando a la larga una disfunción en el cuerpo físico, o lo que vosotros llamáis enfermedad, que no es más que el efecto de una causa generada mucho tiempo atrás.


Este es un aspecto en vuestra conciencia de ser muy importante y al que debéis atender, amigo mío. No hagas aquello en lo que tu alma no vibre. Si te ves forzado a hacerlo por cualquier motivo, que sea el menor tiempo posible para no bloquear tu energía vital, que no es nada más que la energía que posee tu alma dentro de tu cuerpo físico, para realizar la misión que ha venido a realizar.

Si en el trabajo no vibras, empieza a buscar lo que de verdad te llena. Empieza a prepárate desde tu interior para producir los cambios que necesitas para expandir tu alma, para liberarla de sus cadenas, para que un día no muy lejano puedas mostrarle al mundo quién eres y por qué estas aquí.

 

SÉ AGRADECIDO CON TODOS LOS SERES VIVOS


Este último principio podríamos decir que es la suma de los cuatro anteriores.


Cuando un ser es totalmente consciente de qué es, quién es y el por qué está aquí, entiende, comprende y sabe que todo ser que habita este planeta en cualquiera de sus reinos -mineral, vegetal, animal o humano- está en proceso de evolución, entonces el alma asume el respeto por la vida de todos ellos y la comprensión del punto de evolución en que se encuentra cada uno.


Cuando el alma se expande y abre su conciencia a través de la sabiduría deja de estar vacía por dentro, conectando con la armonía, el equilibrio y la paz interna. Es consciente de cada momento de su existencia e irradia su luz y su alegría interior hacia su entorno. A través de la compasión integra y bendice todas las lecciones, todas las vivencias. En ella ya no existen el miedo, la debilidad, el deseo, la adicción, la duda, el escepticismo… Se ha liberado completamente de sus “capas de cebolla” que le impedían irradiar la luz que es. Agradece a todo y a todos cada instante, cada respiración, cada momento de su encarnación en cada lugar, en cada experiencia. Comprende que cada ser que se cruza en su camino es un alma que, al igual que ella, está experimentando dentro del mundo de la materia, con el solo propósito de acumular las mejores experiencias para reconocer la luz que ya es y que debe irradiar para servir al Uno, del que todos partimos y al que debemos volver.


Mira a tu alrededor, el lago, los árboles, esta roca, el césped, las montañas, los pájaros… Cada ser está experimentando una realidad distinta. Aparentemente están separados, delimitados, pero eso es solo en apariencia; todos juntos crean un hermoso tapiz de vida compartiéndose mutuamente, pero a la vez respetándose unos a otros. Ninguno de ellos intenta ocupar el lugar que le corresponde a otro, conviviendo en perfecta armonía. El árbol deja a los pájaros posarse en sus ramas, pero no intenta ser pájaro. El lago sirve con su caudal de agua para abastecer a los pájaros y a la vegetación que ves a tu alrededor. Esta hermosa roca que preside el gran lago, aparentemente es sólida, pero si intentas conectar con ella notarás su vibración. Los árboles son excepcionales pulmones de vida para todos los animales de este frondoso bosque, incluso transmutan las energías más densas que los humanos creáis con vuestros pensamientos. Si te acercas a un gran árbol y lo abrazas colocando las palmas de tus manos en su tronco y te descalzas colocando tus pies en la tierra, puedes notar cómo su energía penetra por tus manos saliendo por tus pies y por lo alto de tu cabeza, como si fueras una gran tubería, recargándote y limpiándote por entero.


Cuando el ser humano toma conciencia de todo, cuando experimenta la vida en todas sus versiones y las entiende, es cuando empieza el verdadero camino del Reiki-do, el camino a través del corazón hacia la conciencia de ser.


FUENTE: Adaptación libre y autorizada de un texto extraído del libro de Xavier Pedro Gallego, «EL DÍA QUE HABLE CON JESÚS».


Xavier Pedro Gallego

www.espainovaterra.com

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